Nula coordinación entre Fiscalía y forenses dificulta identificación de desaparecidos
La Comisión Estatal de Derechos Humanos emitió una recomendación a la Fiscalía de Jalisco y al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), luego de acreditar que la falta de coordinación entre ambas dependencias provocó revictimización en 16 familias de personas desaparecidas, destacan los casos de un joven que tardaron siete años en identificarlo, a pesar de que traía una credencial con él, y el de una menor de edad que llevaba dos años en el anfiteatro.
Los afectados acudieron ante la CEDHJ a presentar quejas por la nula o poca búsqueda de 15 hombres y una mujer que desaparecieron entre 2012 y 2019, a la fecha solo dos fueron localizados, pero sin vida.
En un caso de desaparición estaría involucrada la policía estatal, en seis se infiere que a las víctimas se las llevaron presuntos integrantes de la delincuencia organizada, y en el resto se desconoce.
El organismo señala que todos los quejosos coinciden en que la mala actuación del ministerio público, agentes y policías investigadores, así como personal del IJCF han impedido localizar a sus familiares y conocer la verdad de los hechos, con la finalidad de dar con los responsables de las desapariciones.
Destacan dos quejas, la número 7363/2019, en que una señora localizó el cadáver de su hijo que estuvo siete años sin identificar en las instalaciones del IJCF, a pesar de haber traído consigo una credencial.
La afectada por notas periodísticas se enteró que el cuerpo de su hijo fue localizado en un Sayula, y después trasladado a Ciudad Guzmán. En el ICJF le negaron que el cadáver estuviera ahí, hasta que les mostró las notas, le informaron que se encontraba en la fosa común.
El colmo, es que la agente del ministerio público de la Fiscalía en Personas Desaparecidas intentó culpar a la señora quien supuestamente le declaró que su hijo desapareció en 2013, cuando el cuerpo fue localizado en 2012. Los datos oficiales no concuerdan con lo que “aportó”, la señora, precisa la comisión.
La CEDHJ señaló que en este caso se acredita “una vez más” la falta de coordinación entre Fiscalía y el IJCF, puesto que cuando la primera recibió la denuncia por la desaparición del joven, el cadáver ya estaba en el anfiteatro bajo resguardo, además, en la averiguación previa, “se desprende que el cuerpo traía entre sus pertenencias documentos que lo identificaban como tal”, sin embargo en los oficios del personal ministerial decían que se trataba de un masculino “N” “N”.
El otro caso es de una mujer que a pesar de que había presentado una denuncia por desaparición, localizó el cuerpo de su hija dos años después en el anfiteatro de Lagos de Moreno, luego de que el colectivo Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos (FUNDEJ) le avisó.
La CEDHJ pidió a las instancias involucradas a atender las fallas encontradas a la brevedad.