Con mi familia no se metan
En los más de 20 años de trayectoria periodística, me ha tocado recibir amenazas y acosos de poderosos, pero nunca se habían metido con mi familia, hasta hoy.
A raíz de un reportaje que publiqué en 2007 en contra del entonces procurador de justicia, ese exfuncionario panista envió a policías investigadores a acosarme a todas horas mientras circulaba en mi vehículo.
La gota que derramó el vaso, fue cuando en la noche, a punto de llegar a casa, un vehículo se puso delante y otro detrás para obligarme a bajar la velocidad, a vuelta de rueda. Pensé que me iban a “levantar”.
Al día siguiente, comenté el suceso con el entonces director de Proceso, Rafael Rodríguez Castañeda quien se comunicó con el exprocurador para poner un alto al acoso y lo responsabilizo de cualquier cosa que me pasara. Me dejaron en paz.
Después, en 2008 fui amenazada por un priista, que en ese tiempo era diputado local por exhibir que estaba metido en estafas de terrenos. En el recinto del Congreso local, se me acercó para decirme que si no sabía quién era él, y su familia, pues su tío era el director de la policía de Tlaquepaque y su hermano forma parte del Poder Judicial. “Ya me puse de acuerdo con el procurador, y vamos a ir por ti”, me dijo.
Le comenté a Felipe Cobián sobre esa amenaza, y la publicó en su columna Partidero, en la edición de Proceso Jalisco.
Ahora, las advertencias provinieron de la madre de un político. Iba a dejar pasar el asunto, como lo había hecho anteriormente. Sin embargo, me atreví a denunciar porque la tarde del viernes 30, tal como quedó consignado en la denuncia que presenté ante la Fiscalía; un auto, con calcomanías de Movimiento Ciudadano y propaganda en su interior se estacionó afuera de la casa de mi familia. El sujeto estuvo observando por un buen rato a mi mamá que se encontraba en la cochera.
Con mi familia no se metan. Si tienen algún mensaje que decirme, háganlo de frente, y no pretendan minimizar el hecho, escudándose en una enfermedad y en una inventada “guerra sucia”, en la que yo no tengo nada que ver. Como dije públicamente en varias ocasiones: Soy apartidista.