A la cárcel, por pedir medicina
Por pedir que le entregaran su medicamento en la clínica de Pila Seca del Instituto de Pensiones del Estado de Jalisco (Ipejal), casi le cuesta su libertad al policía municipal de Guadalajara pensionado, Trinidad Arriaga Arriaga señalado junto con su esposa, Carmen López por el delito de agresión hacia un médico.
El afectado considera que la denuncia -Carpeta de Investigación (C.I.) 39737/2020- que presentaron en su contra es en respuesta a una querella que presentó el 22 de octubre de 2019 -C.I. 188581/2019-, en contra de varios médicos al darle un diagnóstico incorrecto desde el 2012.
Durante más de seis años, Trinidad Arriaga -desde 2014 fue pensionado por invalidez- estuvo consumiendo medicamentos contra la depresión que se originó por la muerte de su madre, en lugar de mejorar, su estado de ánimo empeoraba, tenía somnolencia, perdida de la memoria, incontinencia urinaria, y taquicardia.
El pensionado insistió con su médico familiar, Rosa Bricio que «no mejoraba nada, solo permanecía la mayor parte del tiempo dormido». En mayo de 2019, Rosa Bricio decidió enviarlo con el psiquiatra Israel Jiménez quien le diagnóstico «depresión unipolar».
Sin embargo, el 5 de noviembre de 2019, el mismo psiquiatra, le dio ese día, dos nuevos diagnósticos: trastorno bipolar depresivo grave, «con riesgo de recurrencia de síntomas psicóticos, lo que pone en riesgo su integridad y la de terceros».
El otro fue «trastorno afectivo bipolar episodio depresivo presente moderado, «niega ideas de muerte suicidas u homicidas, juicio acorde a realidad, introspección verdadera», refiere en su declaración ante la agencia número 3 de la Fiscalía del estado.
Ante la nula evolución, el psiquiatra decidió cambiarle tratamiento, como reacción secundaria comenzó a sentirse más somnoliento, a tener mareos, y en consecuencia caídas.
«Al ver todo lo sucedido, empecé a dudar con los diagnósticos médicos que me arrojaba el Ipejal», por lo que acudió el 14 de noviembre de 2019, con el psiquiatra particular, Jaime Orozco.
Éste último tras escuchar los antecedentes le dijo que el tratamiento que le dieron lo único que le provocaba era somnolencia profunda, y «lo que necesitas es vivir tu duelo, mantenerte ocupado, y que hagas tu vida normal, lo que usted tiene es un trastorno ansioso-depresivo con trastorno somático y trastorno del sueño». Además, le suspendió los medicamentos y le recetó otros.
El 26 de febrero pasado, el quejoso presentó una queja ante la Contraloría del Ipejal por negligencia médica en contra de su médico familiar, el psiquiatra Jiménez, el coordinador de la clínica Pila Seca, Juan Vidrio López y otras tres personas.
Relata que desde 2015, le dijo a Rosa Bricio que con los medicamentos que tomaba no sentía ninguna mejoría, y le mostró la receta de un psiquiatra particular para que ingiera Vuminix. La respuesta de su médica fue que no existía ese medicamento en la farmacia de Ipejal y que ni siquiera lo conocía.
La esposa del afectado le insistió en varias ocasiones a Rosa Bricio que su esposo había sufrido varios accidentes a consecuencia de los medicamentos, que sufría somnolencia, perdida de memoria, vómitos, entre otras reacciones secundarias por la medicina, sin embargo, no hubo ninguna respuesta.
Entonces, Trinidad acudió con Juan Vidrio en cinco ocasiones durante 2019 y en febrero de este año para denunciar a Rosa Bricio y a Israel Jiménez por mala praxis. Vidrio le respondió que debería estar agradecido por la entrega de medicamentos, y si había negligencia, no era su responsabilidad.
Su esposa, Carmen, le advirtió que acudiría ante una televisora a denunciar, para evitar mayor conflicto Vidrio ordenó que le entregaran Vuminix, el medicamento que previamente le habían negado.
El 26 de mayo acudió a la unidad médica por más medicamento, sin embargo, le negaron el Vuminix, a pesar de que cuatro horas antes le habían asegurado que sí había.
Una médica, Tania Ruiz Sánchez, a nombre de Juan Vidrio le ordenó a Trinidad en tono agresivo que se retirara de la clínica y le ordenó al guardia de la entrada que no lo dejara entrar. Ese momento fue grabado por Carmen.
Tania Ruiz denunció ante la Fiscalía a los esposos por presunta agresión. El 15 de junio, Trinidad y Carmen fueron notificados de la querella en su contra, y sobre la posibilidad de arreglarse mediante mecanismos alternos.
El matrimonio acudió a la cita para solucionar el conflicto, sin embargo, no acudió Tania. El colmo es que asignaron a esta última como su nuevo médico familiar. Posteriormente, Vidrio les prohibió la entrada a la clínica.
La denuncia en contra del matrimonio se desechó, mientras que la querella por negligencia no tiene ningún avance.
«El juez evaluó ambas partes dando la absolución, reconociendo que fue tráfico de influencias, reconociendo nuestra inocencia, le dio toda la razón apegado a la ley y el derecho humano a nuestro abogado defensor, Alan López», expresó, Trinidad.